El personaje público

Nacional más famoso de los últimos días ha sido sin lugar a dudas Samuel García Sepúlveda, gobernador con licencia del estado de Nuevo León. A sus 35 años Samuel no se conformó con ser el mandatario de una de las entidades más ricas y prósperas del país y

Antes ya había sido diputado local y luego fue electo como senador por este partido. A pesar de no contar con el respaldo del legislativo local Samuel anunció desde diciembre del año pasado su deseo de ser candidato presidencial. Para ello se olvidó de su promesa de cumplir los seis años como gobernador y no ser otro Bronco, el anterior mandatario neoleonés que abandonó la gubernatura para contender como candidato presidencial. Jaime Rodríguez ya había sido acusado de malversación de fondos y lavado de dinero por García cuando este era senador, algo parecido a lo que hizo Corral con Duarte. Igual que el ex gobernador panista chihuahuense, el neoleonés también encarceló al Bronco. Para ser precandidato Samuel pidió licencia al congreso estatal, el que se la concedió de inmediato, pero a la vez eligió como gobernador interino al presidente del tribunal estatal.

La rabieta del influencer no se hizo esperar pues el designado no era de su equipo y menos de su partido por lo que se inconformó ante los tribunales.

Claro que esto no le impidió continuar con su precampaña transmitiendo sus videos con la camiseta y los tenis naranjas fosforescentes, por lo que le apodan El Fosfo.

Ante la polémica, volvió a pedir licencia por seis meses, esto es hasta el 2 de junio del 2024. El congreso local le concedió la petición, pero esta vez nombró como gobernador interino a Luis Enrique Orozco, subordinado del fiscal estatal Adrián de la Garza, su contendiente panista por la gubernatura. El pataleo del Fosfo fue mayor y al estilo Trump una turba al parecer de seguidores invadió violentamente la sede del poder legislativo para intentar impedir el nombramiento de Orozco. El sainete de Samuel continuó y el pasado dos de diciembre no pudo Orozco ingresar al palacio estatal pues estaba resguardado por los policías estatales.

El mismo día García anunció que continuaría como gobernador y renunciaba a ser candidato presidencial, pero eso sí prometió que lo sería en el 2030. Con el regreso de Samuel no se terminó el problema que provocó ya que continúa vigente el nombramiento del gobernador interino.

De acuerdo a varios abogados constitucionalistas Samuel podría ser acusado de usurpación de funciones públicas pues al estar con licencia no puede asumir a la vez su cargo ya que prevalece el nombramiento del gobernador interino avalado por la SCJN.

Por lo pronto el gobierno de Nuevo León se encuentra en crisis con dos gobernadores hasta que se defina cuál es quien ejercerá el cargo legalmente, lo cual tal vez lo tendrá que decidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación. A pesar de contar con tres doctorados y experiencia política, el bisoño político neoleonés demostró inmadurez y estar aún muy verde como para ser naranja.

El que también se quedó como el perro de las dos tortas es Dante Delgado, el dirigente nacional del MC, pues perdió a su candidato favorito y la nominación de Ebrard, por lo que tal vez tendrá que conformarse con la senadora Indira Kempis al ser la otra que se registró como precandidata presidencial.