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Un símbolo mixteco para unir matrimonios

El principal atributo de esta pieza es la variedad de sus colores y figuras que forman parte de sus ramas, donde pueden encontrarse flores, hojas, mariposas, aves y alimentos

DANIELA HERNÁNDEZ

Hace aproximadamente

200 años, el Árbol de la vida, artesanía poblana realizada con barro policromado, se convirtió en la tradición cultural más significativa para los habitantes de Izúcar de Matamoros. No existen árboles similares, esto se debe a que es realizado por los artesanos a mano, desde cero.

Hace aproximadamente 200 años, el Árbol de la vida, artesanía poblana realizada con barro policromado, se convirtió en la tradición cultural más significativa para los habitantes de Izúcar de Matamoros, municipio situado al sur del estado de Puebla.

De acuerdo con información del gobierno municipal, esta artesanía es elaborada en 17 talleres de barro policromado, trabajo considerado como Patrimonio Cultural del Estado de Puebla desde 1998.

El principal atributo de esta pieza es la variedad de sus colores y las figuras que forman parte de sus ramas, donde pueden encontrarse flores, hojas, mariposas, aves, alimentos, ángeles y muchas otras más. Además, el tronco es adornado con un sinfín de coloridos detalles donde los artesanos echan a volar su imaginación.

Cada pieza es única, no existen árboles similares, esto se debe a que es realizado a mano, desde cero. Los artesanos no tienen moldes, medidas ni un patrón para su elaboración. “Un verdadero artesano es el que crea con las manos”, expresó Refugio Mercado, fundador del taller Cuco México.

A decir de Joaquín Balbuena Palacios, dueño del taller Artesanías Balbuena, el proceso de elaboración de esta pieza es variable. Dependiendo de su tamaño, el periodo mínimo para fabricar una de las piezas más pequeñas (10 centímetros en promedio) es de 20 días, en tanto, para piezas de gran tamaño (un metro o más) el tiempo de elaboración es de al menos cinco meses.

El precio también varía por el tamaño y los detalles de cada pieza. El costo más bajo es de 200 pesos por árboles de al menos 10 centímetros de alto, en tanto, una gran pieza de un metro o más de alto puede llegar a costar alrededor de 25 mil pesos.

El Árbol de la vida forma parte de una tradición ancestral en esta demarcación. De acuerdo con artesanos de la zona, esta pieza representa la unión de un nuevo matrimonio, es por ello que anteriormente se obsequiaba a los novios durante su boda.

Pese a que ya no se le da el mismo uso o significado, esta artesanía es valorada como ornamento no únicamente por los artesanos y habitantes de Izúcar de Matamoros, sino también por personas de otros municipios del estado, principalmente Puebla, mismo que alberga estas figuras en sus diversos museos, entre ellos, uno de los más reconocidos, el Museo Internacional del Barroco.

LARGO PROCESO DE ELABORACIÓN

Los artesanos de la zona, que trabajan tiempo completo este oficio, dedican más de ocho horas al día para la elaboración de los árboles de la vida, los cuales en un tamaño tradicional (de entre 20 y 30 centímetros de alto) están listos en aproximadamente dos meses.

Los entrevistados explican que el Árbol de la vida no es igual al Candelero, una artesanía plana de arte policromado que también se elabora en Izúcar de Matamoros y que es confundida por los compradores debido a que comparte ciertas características, como los detalles en las ramas y las figuras que lo adornan, así como el material. El Candelero es una artesanía plana, en tanto que, el Árbol de la vida tiene profundidad.

Esta artesanía es elaborada con barro policromado, es decir, barro de muchos colores. El primer paso de su proceso es armar el armazón o el tronco del árbol, el cual se hace con grandes tubos de barro, mismos que deben quedar comprimidos sin aire en su interior. De no ser así, la pieza puede explotar al interior del horno, explicó Joaquín Balbuena. Posteriormente, las piezas se deben deshidratar al aire libre y, en tanto, los artesanos realizan las piezas más pequeñas que adornarán el árbol, principalmente flores y animales. Este proceso tarda de 15 a 20 días. Pasado este proceso, la base del árbol y las piezas se deben hornear. Según explicó Balbuena, por el reglamento municipal los artesanos deben ocupar hornos de gas y no de leña, pues al infringir esta norma pueden ser sancionados por fomentar la deforestación.

Luego de que las piezas hayan secado y el barro se haya vuelto de color rojo, el artesano le coloca una base de color blanco, esto para que los colores de cada diseño luzcan por encima de la figura y resalten los detalles.

“Después le ponemos un brillo, ya sea un barniz brilloso o en color mate. Hay muchos clientes a los que les gusta el brillo y otros a los que no, entonces usamos las dos formas, nosotros nos adaptamos”, compartió.

El diseño de cada árbol puede variar, pues aunque exista el modelo tradicional con animales y flores, el artesano se

25 MIL pesos puede costar una pieza

adapta al gusto del cliente, es decir, puede diseñar árboles de la vida para cualquier profesión, con distintos colores y con distintas figuras.

HISTORIA DE LA TRADICIÓN

El Árbol de la vida ha sido elaborado desde hace aproximadamente 200 años por los artesanos de este municipio. Es una pieza que anteriormente era obsequiada a las parejas durante su boda, como símbolo de prosperidad, salud, dinero y fertilidad, narró Francisco Mercado Bolaños, artesano.

“El sahumerio (arte de barro policromado donde queman incienso) y el Árbol de la vida representaban la unión de un nuevo matrimonio. Cuando era una boda se ponían de ofrenda en la entrada de la casa de la boda sobre un petate”, expresó.

El sahumerio era utilizado para bendecir la unión católica del matrimonio, y las figuras de Adán y Eva en el árbol representaban la unión de la nueva pareja, la manzana a su lado era el símbolo del pecado y las aves reflejaban la libertad que la pareja tendría en tomar sus decisiones.

Francisco Mercado explicó que, aunque esta artesanía está presente en varios municipios de Puebla, la tradición ancestral no. Actualmente, estas piezas dejaron de ser obsequios en los matrimonios por sus altos costos, no obstante, la producción no disminuye, pues se convirtió en un atractivo para los turistas extranjeros.

COMERCIO LOCAL Y EL REGATEO

Quienes más compran estas artesanías son los turistas extranjeros que visitan el municipio y, en menor medida, los turis

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