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La escasa mano de obra, abusos de organizaciones y cuotas elevadas ponen en riesgo esta actividad

Morelos, un estado emblemático por su contribución histórica a la Reforma Agraria, hoy enfrenta una situación preocupante en el ámbito de la producción cañera. Varios productores, con décadas de experiencia, describen un escenario que evoca los tiempos más oscuros del Porfiriato.

“El legado de Zapata no está en la práctica. El gobierno está nada más para su conveniencia, para perjudicar al campesino, no para ayudarlo”, lamenta Cenobia Riquelme Tablas, ejidataria de San Rafael, en Tlaltizapán.

Con dos décadas en la producción de caña de azúcar, la experiencia de esta mujer refleja una profunda desilusión hacia el gobierno y las autoridades, además de la ineficaz distribución del agua y cómo algunos productores quedan atrapados en un ciclo de deuda con sus tierras. “Que el pueblo proteste. Estamos hartos”, clama.

TRABAJO SIN GANANCIAS

Domingo Leal, es ejidatario de Tecomalco, en el municipio de Ayala; a todas partes va con dos cosas: su sombrero y el recibo de su liquidación final de cañas de azúcar del periodo 2023 que fue entregado por el ingenio de Casasano, en Cuautla. Una queja asentada en papel, con la esperanza de ser escuchado.

Este año, Domingo cultuvó poco más de 42 toneladas de caña, pagadas por el ingenio a un precio de mil 230.21 pesos por tonelada, pero no recibió ni un peso de vuelta. Aunque sus ingresos debían ascender a más de 52 mil pesos, los descuentos por el pago de gastos de zafra, otros cargos y las retenciones de terceros, incluyendo el seguro del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), le dejaron un saldo de cero pesos y cero centavos.

“Vinimos a este mundo a vivir y disfrutarlo, pero en realidad sólo trabajamos para otras personas. Yo trabajo 16 tareas de caña”, dice Domingo Leal, mientras acaricia su sombrero, símbolo de su esfuerzo en el campo.

A pesar de haber invertido más de un año en el cultivo de la caña, la realidad está en los números de su recibo: cero ingresos frente a gastos de zafra que ascienden a 28,599.35 pesos. Dentro de estos gastos, Leal desembolsó 2 mil 121.50 pesos en corte de caña, mil 077.72 pesos en el alce, 4 mil 622.32 pesos en el flete para su transporte y 4 mil 000 pesos en otros gastos de cosecha, cuyos detalles no se aclaran. Además, se añadieron 16 mil 642.80 pesos en avío (financiamiento o crédito para los insumos agrícolas y otras necesidades operativas) y 135 pesos para el seguro agrícola.

Pero la sangría económica no se detiene ahí. A estos gastos se suman otros cargos como los distribuibles y cuotas locales que suman 3 mil 895.13 pesos, así como

EJIDATARIA DE TLALTIZAPÁN “El gobierno está nada más para su conveniencia, para perjudicar al campesino, no para ayudarlo”.

injusticias en los precios de los productos, las tarifas elevadas impuestas por las uniones y la falta de transparencia en los pagos del seguro están asfixiando a los productores. “Hay una crisis de mano de obra”, dice Joaquín.

La migración hacia actividades más rentables o, en el peor de los casos, ilícitas como el narcotráfico, está dejando los campos cañeros vacíos.

“Pero no es tanto que ya no haya mano de obra, sino que está muy barata, y el trabajador ya no quiere trabajar”, argumenta el ejidatario, agregando que la nueva regulación sobre no quemar la caña, a pesar de sus fundamentos, complicará aún más la cosecha. “Imagínate ahora a los obreros que, sabiendo que hay víboras o alacranes ahí, van a querer ir a cortar caña de azúcar sin quemar”, exclama.

Domingo, por su parte, subraya el abuso y la falta de claridad en las cuentas por parte del ingenio y las organizaciones.

“El corte de caña se le paga a los cortadores a 50 pesos, pero a mí me lo cobra a

ACTUALMENTE, productores deben buscar a jornaleros en los límites con Guatemala

60”, denuncia.

La situación ha llegado al punto en que la contratación de mano de obra se habría convertido en un juego de engaños y falsas promesas. Los cortadores, traídos históricamente desde los lugares más lejanos de Guerrero, se están extinguiendo y hoy hay que ir a buscarlos a la frontera sur.

TIEMPOS DE CAMBIO

“Sí es grave la falta de mano de obra. Antes nos abastecíamos para el corte de caña en Guerrero, y ahorita no. Ahorita ya tenemos que ir a buscar hasta Chiapas, colindando con Guatemala”, dice Miguel Ángel Barranco García, presidente de la Unión Local de Productores de Caña, quien dibuja un futuro en el que los obreros dejarán de estar presentes en el campo. “Tendremos que ver las mejores opciones para que las cosechadoras, las máquinas, sean más modernas. Hay diferentes marcas en el mercado y hay que ver cuál es la más adecuada, con las mejores dimensiones a las zurcadas que hay en nuestros terrenos”, explica el líder cañero.

Para Barranco García, quien también es regidor de Desarrollo Agropecuario en el ayuntamiento de Cuautla, el panorama no es tan desolador como lo pintan los cañeros. De hecho, considera que 2023 fue uno de los mejores años en la historia de las zafras:

“En eso sí difiero. Ha sido un año estupendo en cuanto al precio de la tonelada de caña de azúcar. Históricamente, liquidamos en mil 230 pesos la tonelada. Un mejor precio de la tonelada siempre va a ser reflejado en el bolsillo de las familias cañeras”, afirma.

LA CRUDA REALIDAD

Cenobia y su familia viven en una pequeña casa del pueblo de San Rafael que en unas partes está hecha de cemento y otras de lámina. Toda la familia trabaja. Junto a su esposo, los hijos se van desde muy temprano a los cultivos a labrar la tierra y vigilar, últimamente infructuosamente, que al menos las milpas sigan creciendo. La escasez de agua durante este temporal, que es considerado por los campesinos como el peor de las últimas décadas, presenta un futuro sin esperanzas.

“Estamos hartos de tanto que nos han hecho y hemos estado viviendo. Estamos cansados. Pero seguimos trabajando la tierra y, mientras Dios nos de fuerzas, así será”, dice la ejidataria.

El general Emiliano Zapata debió haber imaginado una vida mejor para los campesinos cuando luchó por estas tierras. Un siglo después de su muerte, estos ejidatarios están convencidos de que el sector cañero requiere de una nueva revolución que acabe con los abusos de las uniones y los ingenios, la falta de vigilancia por parte del gobierno federal y le devuelva el control a quienes trabajan la tierra con sus manos.

MORELOS

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2023-10-09T07:00:00.0000000Z

2023-10-09T07:00:00.0000000Z

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