El disimulo de género

Desde hace años se acuñó el término “techo de cristal” para referirse al conjunto de normas no escritas al interior de la administración pública que obstaculiza el acceso a las mujeres a puestos de alta dirección.

No solo ocurre en los gobiernos y poderes legislativos y judicial, también se da en empresas y organizaciones que tienden a la invisibilización de las mujeres ante la ausencia de leyes y códigos visibles que puedan aplicarse.

El gobierno de Sinaloa de la Cuarta Transformación creó la Secretaría de las Mujeres, según el gobernador, para combatir esas viejas taras y atrasos en la materia, pero un año después, la titular de Semujeres, Teresa Guerra Ochoa, dejó el activismo que antes usaba para pronunciarse en contra de estas desigualdades para encabezar, para entrar en el bucle favorito de las instituciones: eventos, congresos, fotos y discursos.

Ante algunos feminicidios ocurridos en los últimos meses, tanto Tere Guerra como el gobernador se han apersonado para brindar el pésame a familiares, llevando promesas de no más impunidad, sin embargo, la violencia de género se ha disparado, pues reportes de la Fiscalía General del Estado indican que mientras todo el 2021 se registraron 4 mil 559 denuncias por violencia familiar, para el 31 de octubre de 2022 la cifra iba arriba con 4 mil 675.

Es decir, con dos meses más por delante, este año este delito ya suman 116 casos más. Lo mismo la violación, un delito que desde 2018 se ha visto recrudecido e imparable. También este año ya superó las cifras del pasado año de 2021.

EL GOBIERNO comenzó con 7 mujeres en el gabinete principal y 8 hombres, pero con la llegada de Luis Guillermo Benítez a Turismo, María del Rosario Torres dejó Turismo, quedando ahora 9 varones y 6 mujeres.

SE TRATA del delito que más ha bajado en la administración de Rocha, según la Fiscalía, suman 18 casos contra los 42 con los que cerró el 2021.