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MEMPHIS DEPAY Y KARIM BENZEMA PROTAGONIZARÁN EL CLÁSICO IBÉRICO, EN EL CAMP NOU

EL CLÁSICO DEL FUTBOL ESPAÑOL ENCARA UNA NUEVA ERA TRAS LA SALIDA DE LIONEL MESSI Y SERGIO RAMOS

POR JOSÉ ÁNGEL RUEDA ÁRBITRO:

Barcelona y Real Madrid vivirán hoy, en el Camp Nou, un clásico con los sentimientos encontrados. Por un lado buscan animar su fiesta con la promesa del futuro, pero por el otro, los recuerdos los persiguen, sin posibilidad alguna de ponerse a la altura de un pasado glorioso.

Las recientes salidas de jugadores como Lionel Messi y Sergio Ramos, en cierta forma, cerraron una de las épocas más pasionales de su rivalidad.

Ya antes otras marchas importantes, como la de Cristiano Ronaldo o Andrés Iniesta, habían mermado las percepciones, pero siempre quedaban Messi y Ramos para recuperar parte de esos épicos enfrentamientos que durante más de una década alcanzaron su punto más alto en tensión.

Sus ausencias son un duro golpe en las expectativas del partido más importante del futbol español.

Y aunque los números no entran en juego, el Barcelona, con 789 millones de dólares, y el Real Madrid, con 880 millones, presentan las plantillas más bajas en los últimos ocho años. El ejemplo es claro.

El clásico de este día será una mezcla de lo que queda y de lo que será.

En los futbolistas experimentados como Gerard Piqué, Sergio Busquets, Casemiro y Karim Benzema radica la permanencia.

Es, sin embargo, en Ansu Fati, Gavi, Pedri González, Vinícius Junior y Rodrygo Goes en quines se centran las ilusiones de un partido que habrá de madurar en los próximos años, hasta encontrar nuevamente el brillo acostumbrado. El duelo de este día en el Camp Nou, de alguna manera, simboliza el inicio de esa nueva era.

El presente suele imponer sus juicios. De aquellos equipos que durante los últimos años dominaban la Liga española a placer queda poco. Ahora son parte del pelotón que busca imponer sus condiciones. Así llegan ambos equipos, a remolque de las exigencias, con la presión a tope por tener que ganar siempre, aunque a veces no se pueda.

La época posterior a Messi no ha sido fácil para el Barcelona, que entre lo deportivo y lo administrativo se ha acostumbrado a vivir en una ebullición constante. Apenas hace unas semanas se especuló sobre la marcha del técnico Ronald Koeman, pero el presidente Joan Laporta decidió darle el espaldarazo.

Los clásicos tienen esa posibilidad del doble filo. El triunfo puede llenarlo de confianza, pero la derrota de fea forma significaría un golpe casi definitivo.

Aunque no es garantía, el Barcelona llega al gran duelo con el impulso de dos victorias consecutivas. En la Liga española venció 3-1 al Valencia, y en la Champions League sumó su primer triunfo tras imponerse 1-0 frente al Dinamo Kiev.

Más allá de eso, las dudas respecto a su funcionamiento continúan, y sobre todo, la incógnita de la efectividad del Barcelona cuando enfrenta equipos de gran nivel.

Ya el Bayern Múnich y el Benfica lo golearon 3-0 en la Champions League, mientras que el Atlético de Madrid lo venció 2-0.

Como ya fue escrito, el Barcelona apelará a su nueva generación. No estarán Pedri ni Ronald Araujo, por lesión, pero sí lo harán los otros jóvenes. Koeman ha movido lo que ha podido la alineación. Ha probado con distintos planteamientos tácticos que van desde el 3-5-2 al 4-2-3-1 y el tradicional 4-3-3. Es probable que el que mejor resultado le dio fue éste último, con la presencia de Sergiño Dest como extremo derecho, en compañía de Memphis Depay como centro delantero y por la izquierda Ansu Fati, totalmente recuperado de una lesión en la rodilla y quien está llamado a ser el hombre importante en el ataque.

Ya ante Valencia lo demostró con un bello gol.

En el media cancha, ante la baja de Pedri, estará Gavi, listo para su primer clásico, acompañado de Sergio Busquets y Frenkie de Jong, mientras que en la defensiva está la duda de Jordi Alba, lesionado del tobillo.

El único suplente nominal en la lateral izquierda es el canterano Alex Balde. En la central Eric García y Gerard Piqué buscarán frenar el poderío del rival, mientras que Óscar Mingueza o Sergi Roberto harán lo propio por la derecha. André Ter Stegen es inamovible en el arco. En el banco de suplentes, Philippe Coutinho, Luuk de Jong y Sergio Agüero esperarán su oportunidad.

Real Madrid logró aligerar las dudas tras golear 5-0 al Shakhtar en Champions League, lo que alimenta las ilusiones, sobre todo por las buenas actuaciones de sus jóvenes estrellas como Vinícius y Rodrygo. Antes del partido del miércoles el equipo merengue la había pasado mal, al ligar dos derrotas ante el modesto Sheriff y el recién ascendido Espanyol, ambos con un resultado de 2-1.

Aun así el Real Madrid parece tener las ideas más claras de cara al partido de hoy.

Tuvo paciencia con Vinícius y esta temporada ha encontrado la recompensa. El habilidoso extremo brasileño mejoró en la toma de decisiones y en 11 partidos disputados suma siete goles y cinco asistencias.

Su buen nivel se conjuga con Benzema, quien en el mismo número de partidos registra 11 goles y ocho asistencias.

En el frente del ataque, Rodrygo, otra de las promesas, parece haber ganado la batalla por el extremo derecho.

El medio campo del conjunto merengue tiene poco misterio, lanzado por el tridente que lo ha dominado todo en los últimos años, protagonizado por Casemiro, Toni Kroos y Luka Modric, aunque Ancelotti podría sorprender con Federico Valverde.

En la defensiva, David Alaba disputará su primer clásico, aunque está por verse si lo hace desde el lateral izquierdo o la central.

El complemento estará entre Ferland Mendy, Eder Militao, Nacho Fernández y Lucas Vázquez. Thibaut Courtois, como es costumbre, defenderá el arco.

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2021-10-24T07:00:00.0000000Z

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