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“A lo que me enfrento con el regreso es al tema económico por la compra de uniformes, también piden más mater

briela, la mamá de Leo quien es psicóloga.

En la Escuela primaria Presidente John F. Kennedy, en la alcaldía Venustiano Carranza, la profesora Lucía imparte clases a sexto grado, para ella la adaptación a las clases presenciales no ha sido fácil, pues las emociones que surgieron luego de la pandemia influyen en el desempeño de los niños; además de que las instalaciones no son del todo adecuadas para seguir todas las recomendaciones de sanidad.

“La adaptación al regreso no ha sido fácil ni para maestros ni para alumnos, ya que existen muchas situaciones emocionales y familiares de los niños que influyen en el desempeño, por otro lado no contamos con instalaciones adecuadas para llevar a cabo las recomendaciones de sana distancia que señala la Secretaría de Salud y la ventilación es deficiente, aunado a que en las temporadas invernales se deben mantener abiertas puertas y ventanas del aula sin importar que los alumnos reciban corrientes de aire frío”, menciona.

Asimismo, menciona que este regreso implica un enfrentamiento a grandes retos, “pues es complicado dar clases todo el día usando el cubrebocas, lograr que los alumnos le den a éste el uso adecuado”.

A las 7 de la mañana abren la puerta en la Secundaria No. 271, algunos estudiantes ya están minutos antes a la espera de que abran, entran con tranquilidad y se sientan en las bancas del patio para esperar el inicio de clases; la puerta permanece abierta 20 minutos; son varios los jóvenes que corren para que no se les cierren o de lo contrario “les ponen a barrer el patio como sanción”, comenta un alumno de tercer año que apenas alcanza a entrar.

En la puerta los recibe la profesora Judith, ella al igual que la profesora Lucía, piensa que las instalaciones y la situación de las escuelas no ayudan a seguir las reglas de sanidad; pues con grupos tan grandes en escuelas públicas no es posible llevar a cabo la sana distancia.

“Son salones en donde el número de alumnos es grande, por más que intentemos separar las bancas para que se cumpla con la regla de la sana distancia no es posible; el tamaño de las aulas no permite hacer eso”, platica Judith.

Niños de la Escuela Primaria Niños Héroes en el municipio de Tlalnepantla de Baz en el Estado de México, corren por la calle Av. Necaxa para formarse y recibir gel antibacterial; “no te quites el cubrebocas, te lavas las manos, no comas nada si no te las lavas o te pones gel”, menciona una mamá al dejar a su hijo de segundo año.

En Ecatepec, son casi las 7 de la mañana, Samantha asiste a la Secundaría No. 60 en compañía de su hermano mayor y su mamá; ella, como todos los alumnos lleva el cubrebocas como parte de su uniforme pues ya se volvió parte de su vida cotidiana.

“Voy en primero, me gusta más venir a la escuela que estudiar desde la casa porque es más entretenido, aprendo mejor así, además me gusta ver a mis amigos y convivir con ellos”, platica.

Esther, mamá de Samantha platica que con el regreso a clases presenciales la dificultad a la que se enfrenta es en los gastos, pues el material que le piden es en mayor cantidad, además de las compras de útiles y uniforme; sin embargo, ella está contenta de que ya se pueda regresar a las aulas pues cree que el desempeño de su hija es mejor.

A pesar de que algunas escuelas regresaron a las aulas a inicios del 2022, se había mantenido un esquema híbrido opcional; en agosto de ese año, fue que se regresó de manera oficial a las clases presenciales.

De los más de 29 millones de estudiantes que regresaron, 24 millones 479 mil 952 son de educación básica.

De acuerdo con cifras de la SEP, los más de 24 millones de alumnas y alumnos de educación básica son atendidos por un millón 225 mil 580 docentes en 232 mil 966 planteles escolares en todo el país.

Contra

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2022-12-04T08:00:00.0000000Z

2022-12-04T08:00:00.0000000Z

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