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Gozar del efímero poder

Email: nachovalenzuelav@gmail.com Facebook: Nacho.valenzuela

En el amor y el poder una hora de vida es gran vida. Un decir entre la clase política y como versión popular que reedita vigencia durante los procesos electorales y más precisamente en las campañas o batallas por conquistar el voto para acceder a la gubernatura, las diputaciones o los ayuntamientos. Una experiencia del ejercicio de poder que sirve de preludio a la veracidad gubernamental o legislativa tras la decisión de victorias en los comicios.

Hay actores que repetidamente han sentido ese efecto sublime de poder, porque ya han sido candidatos, caso de DAVID MONREAL que ha sido alcalde, senador y 3 veces candidato a gobernador; CLAUDIA ANAYA, que ha realizado campañas a diputada local, diputada federal y senadora de la República; AMALIA GARCÍA MEDINA, que ha sido de todo, candidata a diputada federal, a senadora y a gobernadora de Zacatecas, y ahora, regresa al activismo electoral como candidata a diputada federal por el Partido Movimiento Ciudadano. Son ejemplos, testimonios de quienes han vivido con excelsitud esos tiempos de competencia que los ha puesto a prueba una y otra vez, y que han buscado la magnificencia de vivir a plenitud el ejercicio del poder, y ahora CLAUDIA ANAYA y DAVID MONREAL, más se acercan a esa sublime condición.

Alcancen o no la victoria electoral el domingo 6 de junio, todos los candidatos en la contienda, desde los aspirantes a regidores y síndicos, a presidentes municipales, a diputados locales, diputados federales y a la gubernatura, viven momentos, días y noches con sobresaltos, inquietudes, sueños, pasiones, pero además, el transcurrir de la campaña constituye una etapa donde se les puede observar relajados, preocupados, ofuscados, débiles, poderosos, con mucha contundencia en las propuestas, o con timidez y titubeos al responder cuestionamientos; los hay que ya se sienten iniciadores y constructores de la historia, nada del pasado les es relevante, al contrario, lo descalifican y condenan; también aparecen con rasgos de prepotencia, señales de soberbia y arrogancia, extremadamente autoritarios algunos y algunas; adelantan vísperas y atropelladamente se ostentan los ungidos y elegidos antes de recibir los votos de aprobación o de rechazo. Otros pierden la brújula y pierden el piso.

Todo ésto viene al caso para ilustrar cómo los candidatos de todos los partidos y a todos los cargos, gozan ejercer el poder durante su campaña, desde los aspirantes a una alcaldía hasta los que pretenden llegar al Palacio de Gobierno, porque a ellos y ellas se integran cuadros o recursos humanos que hacen equipo plenamente dispuestos a obedecer lineamientos y consignas; cuentan con recursos materiales mínimos o excesivos, como casas de campaña, cuartos de guerra, asesores, activistas, operadores, encuestadores, analistas; tienen a su servicio vehículos y equipos computacionales, a profesionales de la comunicación a personajes que se infiltran entre los adversarios para contactar estrategias y buscar anularlas o adelantarse. Es decir, disfrutan días de poder absoluto, de mandar y ser de inmediato atendidos, obedecidos.

Llegará la fecha de los comicios y al día siguiente, el 7 de junio, ya no serán nada ni nadie, todo se les desvanece y vuelven a ser simples mortales. Pero lo bailado nadie se los quita. Disfrutaron 60 días de poder total, una experiencia que luego se hace vicio, porque 3 o 6 años después, van a insistir, a perseverar hasta conquistar las verdaderas y reales mieles del poder.

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2021-05-18T07:00:00.0000000Z

2021-05-18T07:00:00.0000000Z

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