Las famosas jaibas tampiqueñas

No sé

realmente cuál es el origen de esta historia.

La he visto en varias formas, incluso con cangrejos y atribuida en general a los mexicanos. El mensaje es simple, se refiere a que "si yo no puedo tener algo tú tampoco lo tendrás" y cuenta cómo a las "jaibas tampiqueñas" no es necesario taparles la salida del cubo, ya que unas impedirán a las otras lograr salir.

Dando a entender que en otras zonas con distinta idiosincrasia, la gente se auxilia unos a otros a lograr sus metas y objetivos, lo cual en el momento en que se mexicaniza, desacredita a todos.

También asumiendo que así es la gente de Tampico, concretamente, que por cierto aquí no creo que nuestros hermanos conurbados de Altamira y Ciudad Madero, a quienes envío un gran saludo, quieran unirse, dejándonos solos con semejante estigma.

Considero que este efecto existe, es notorio, muchos lo hemos vivido en carne propia, aunque no podemos, como en muchas cosas más generalizar, ya que existen honrosas excepciones.

¿TÚ LO HAS VIVIDO?

¿El hecho de sentir que por más cercanas que sean las personas en tu vida, existe una franca competencia por ser más, tener más, ganar más, sobresalir más y en general vivir mejor, llegando a generarse encarnizadas luchas frontales o silenciosas al respecto?

¿Darte cuenta de cómo entre nosotros hay quien llega a aceptar la ayuda que proviene de otros, beneficiarse de ellos a manos llenas y cuando les toca devolver el trago fingir demencia o hacerse occisos?

En ciertos renglones se nota mucho.

A mí me sorprende ver por ejemplo lo que sucede en la actualidad con los artistas y creadores de contenido en otros lugares del país, el ejemplo más potente es Monterrey.

La mayor parte están unidos y buscan apoyarse fuertemente, se impulsan, se invitan a sus programas y crean verdaderos y poderosos entramados en redes sociales en el que todos salen beneficiados.

Incluso algunos como mi querido Oscar Burgos, sin negar, creo, su nacencia en la tierra de las "jaibas bravas envidiosas" se autonombran “regios”, sumándose así a los oriundos de la progresista tierra norteña y a sus costumbres locales de apoyo y solidaridad.

Nosotros no.

Sí te sonrío, sí te quiero, sí te admiro y sí te ayudo, pero solo mientras que tu brillo no brille más que el mío y por supuesto que jamás tengas más éxito que yo.

Mi Maestro Martín Kronos, nuestro querido Brujo Blanco

Mayor de Tampico, hace poco me dijo, “oye, qué difícil es que aquí la gente te siga en tu página y comparta tu contenido ¿verdad?, pareciera que existiera una especie de celo o de envidia, la gente no entiende que nadie podrá jamás ocupar el lugar de otro y que lo maravilloso es que seamos iguales, pero a la vez distintos, únicos e irrepetibles”.

Yo creo en la cultura de la colaboración.

Quien en verdad me conoce sabe que soy un gran "recomendador"y que no me tiento el alma para ayudar a quien hace algo bien a avanzar, abrir puertas para otros, generar alianzas y hacer puentes en donde hay abismos.

Siempre me ha parecido bien, porque creo en la ley de la reciprocidad y de alguna manera la ayuda vuelve por alguna parte, enseñanza de mi adorada y hermosísima madre, "tú ayuda a todo el que puedas, aunque te paguen mal, que alguien, a veces ni sabrás de dónde, te ayudará después a ti o a los tuyos", dice y ha sido verdad, yo he recibido muchos apoyos.

Pero claro que duele la traición, la decepción, el rechazo y el desencanto.

Más de una vez he sido igno

rado, afectado o lastimado por alguien a quien le di una mano y he recibido la hiel a cambio de la miel, pero no me rindo, ni pienso cambiar.

He tenido el gusto de tener en mi programa de redes sociales a grandes personalidades a quienes les agradezco mucho haber colaborado conmigo, también a mis queridos patrocinadores y por supuesto al público que con su atención, likes y reproducciones nos han llevado a donde hemos llegado y seguiremos publicando todas las historias de vida que podamos.

Por cierto, un día me dijo en mi programa mi gran amigo Christian Maya, este gran artista tampiqueño, hablando de él, de mi querida Jareny Hernández su esposa y su maravillosa agrupación musical, “fíjate que nosotros somos jaibas con alas porque a pesar de todo, logramos salirnos de la cubeta y seguir adelante”.

La verdad me encantó el término, “jaibas con alas”.

Pienso que en este mundo hay de todo y de sobra para todos y que seguramente juntos sería más fácil lograrlo.

Deseo que a usted nunca le haga daño la envidia y si es de los que no han podido salir de la cubeta, que pronto le crezcan sus alitas.

Escríbeme.