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¿O no?

Armando Juárez Becerra

Cuántos de los que hoy buscan la gubernatura de Tamaulipas están dispuestos a cumplirle al pueblo lo que le prometen, luego de que es precisamente la masa popular la que los habrá de llevar al triunfo y al poder.

A propósito de las próximas elecciones de junio del año entrante, cito pasajes de la obra de Maurice Joly, “Diálogos en el Infierno”, enfrentamiento ficticio entre el Príncipe Maquiavelo y el estadista Montesquieu, pues mientras uno esgrimía su teoría de que era el gobernante en turno el que debería dominar sobre la política del Estado, el otro sin embargo sostenía su tesis de que era el pueblo, las masas, el único mandante sobre el rumbo que debería seguir el gobierno en el poder.

Eran pues opiniones diferentes basadas en profundas reflexiones sobre tan delicado asunto: Pueblo o Gobierno, ¿Quién manda?.

En nuestros tiempos actuales, la democracia como forma de gobierno es la que impera en el plano político, el poder del pueblo que elige a su gobernante, para que sea éste quien le dé forma a las órdenes de la plebe.

Pero, como en la reflexión de Campoamor, en nuestra política actual “Nada es verdad, ni nada es mentira, todo es según color del cristal con que se mira”, puesto que ni el pueblo manda, ni el gobernante obedece.

En el panorama electoral que se está viviendo ya para elegir al próximo Gobernador de Tamaulipas, cuántos de los que aspiran a tan anhelado cargo público están dispuestos a acatar los designios del pueblo, de uno o de otro partido, porque para el caso casi todos son iguales.

Hoy ofrecen los precandidatos las “perlas de la Virgen” y cuando llegan al poder, se olvidan de sus promesas y solo hacen lo que su voluntad les dicta.

Yo no estoy descubriendo nada nuevo, ahí están las pruebas irrefutables de que la teoría de Maquiavelo impera en nuestros tiempos sobre la de Montesquieu, según los diálogos ficticios.

Diganlo si no todas corruptelas cometidas por recién pasados gobernantes que traicionaron la voluntad del pueblo, olvidando sus promesas de progreso y de justicia, para revolcarse en el estercolero de la maldad , de la traición y de la corrupción en grados insultantes y vergonzosos.

Cuántos de los que hoy buscan la gubernatura de Tamaulipas están dispuestos a cumplirle al pueblo lo que le prometen, luego de que es precisamente la masa popular la que los habrá de llevar al triunfo y al poder.

Nadie lo sabe, porque “caras vemos, gobernantes no sabemos”. De los gobernadores que están por terminar su mandato, ¿a cuántos daría usted su aprobación?.

Piénselo y dígalo sin vergüenza alguna, al fin y al cabo que ya todos los conocemos.

En fin, ya lo sabemos, el pueblo manda en las urnas siempre y cuando no las toque Barttlet, pero es el gobernante el que manda, como diría El Príncipe Maquiavelo, el que con todo su poder se puede equivocar, ya que en asuntos del Estado, “el fin justifica los medios”.

Ojalá y no nos equivoquemos el próximo 6 de junio y con nuestro voto llevemos al poder al mejor de los hombres o mujeres –que los hay que están compitiendo por tan alto honor.

Porque de malos gobernantes, de pillos e ignorantes, ya hemos tenido suficiente.

P.D. ¿O no?.

Analisis

es-mx

2021-10-24T07:00:00.0000000Z

2021-10-24T07:00:00.0000000Z

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