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Un documental de Patricio Guzmán

“El botón

Juan José González Mejía EL CUMPLEAÑOS DEL PERRO

Pero para que el documental se instale como pieza visual de valía debe someterse al vaivén de la mirada (y bagaje) artísticoestético. De lo contrario resultaría un panfleto. No es el caso del legendario Patricio Guzmán (“La batalla de Chile”/ 197579, “Nostalgia de la luz”/ 2010) quien con su reciente obra establece un reposado y poético alegato a dos voces: la exploración del mar como fuente fundacional de la vida y ese mismo mar como cementerio infame de los opositores al régimen de Pinochet.

Y aún más: Guzmán nos pone frente a pobladores descendientes de las etnias de la Patagonia para, de este modo, esparcir ante los ojos del espectador actual el polvo de un pasado chileno que poco se sabe de él.

Narrado por la voz en off de Guzmán, “El botón de nácar” es un texto fílmico que a ratos es cansino por el tono cuasi didáctico de mostrar y recrear algunos sucesos la simbiosis poética de la geografía del austral chileno (mar, fiordos, estrechos, montañas) con el hecho sociopolítico de su uso por las hordas europeas y luego las pinochetistas con sus llamados “vuelos de la muerte”.

La mecánica de la entrevista “talking head” (sobresaliendo la de la indígena que dice que no se siente chilena sino kawésqar) y la de la metáfora (“los pueblos americanos consideran que las piedras y el agua están vivos y tienen su espíritu”, apunta en algún momento el antropólogo Claudio Mercado) zurcen el documental, pero lo que llama la atención son las fotografías de los aborígenes de la Isla Dawson que Patricio Guzmán inserta en este trabajo fílmico.

“El botón de nácar” (cuyo nombre viene del precio que pagó el teniente Robert FitzRoy por llevar a Inglaterra en 1830 al indígena Jimmy Button) es un ajuste mesurado, maduro y reposado de un cineasta con el pasado de su país que le ha sido tan caro para su obra de documentalista. De allí que sean soportables los cambios de ritmos del filme: de la contemplativa cámara captando los sonidos de los glaciares a las tomas satelitales del relieve chileno. Es como si Patricio Guzmán propusiera que ver y oír son actos siameses, ineluctables para una hermenéutica analógica de la historia del hombre…

de nácar”/ Chile Francia España 2015, de Patricio Guzmán disponible en la plataforma Filmin. El documental, a diferencia del discurso fílmico de ficción, posee un agregado moral: la postura ideológica del autor frente al devenir histórico.

“El botón de nácar” (cuyo nombre viene del precio que pagó el teniente Robert FitzRoy por llevar a Inglaterra en 1830 al indígena Jimmy Button) es un ajuste mesurado, maduro y reposado de un cineasta con el pasado de su país que le ha sido tan caro para su obra de documentalista

ANALISIS

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2021-07-28T07:00:00.0000000Z

2021-07-28T07:00:00.0000000Z

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