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Bailar para “liberar” la mente y el cuerpo

Faby Fenton ayuda a mazatlecos a trabajar los chakras o puntos de energía descuidados, para eliminar bloqueos y tensiones corporales

CARLA GONZÁLEZ

Faby Fenton imparte clases de danza árabe en Mazatlán.

De las más antiguas del mundo, la danza árabe, o danza oriental, es altamente terapéutica; no solo beneficia al cuerpo al ayudar a moldearlo y a quemar calorías, sino que también hace trabajar los chakras o puntos de energía descuidados, eliminando bloqueos y tensiones, ya que desarrolla en quien lo practica agilidad, sensibilidad, ritmo y reflejos, además de que resalta la sensualidad y feminidad.

Para Faby Fenton, la danza es un estilo de vida. Originaria de Guadalajara, desde hace 14 años es bailarina y maestra de danza árabe y belly dance fusion; en Mazatlán tiene 10 años compartiendo sus co

La joven ayuda a eliminar tensiones corporales.

nocimientos sobre este baile oriental.

Su pasión por este arte fue como “amor a primera vista”, aunque el talento ya lo traía en las venas, ya que su tatarabuelo era de origen árabe.

TERAPÉUTICO

“Allá en Guadalajara daba clases para enseñar técnica, hacer grupo y montar coreografías, hacíamos presentación en teatro y todo eso. Aquí en Mazatlán, le doy un giro al concepto que traía, le di un enfoque

más introspectivo, terapéutico, desde siempre me ha gustado, sé y he estudiado cosas sobre los chakras, la energía, las emociones”, contó.

En la danza árabe se maneja el movimiento de casi todas las partes del cuerpo, no nada más de la cadera. Es un baile muy femenino que trabaja la flexibilidad, coordinación, y aunque no lo parezca, también la fuerza de las personas.

“Fui dándome cuenta que aunque antes no trabajara la danza de manera terapéutica en sí, la danza árabe ya es terapéutica, porque por el tipo de movimiento ya estás trabajando ciertas áreas y si lo haces de forma consciente te sirve todavía más”, comentó.

Cada parte del cuerpo humano tiene un chakra que con el movimiento del baile se pone a trabajar, logrando de esta manera un equilibrio entre el plano consciente y el físico.

“Antes, siempre trabajábamos en un salón con espejos, para ver el movimiento, perfeccionarlo, la parte estética, que sí es importante, pero cuando inició este nuevo concepto, fue muy aportador no tener espejos, ya no era tanto ir hacia fuera, sino hacia adentro; lo estético ya no era el propósito”, explicó.

MOVIMIENTOS

La danza árabe se caracteriza por sus movimientos suaves, fluidos y ondulatorios, disociando y coordinando a la vez diferentes partes del cuerpo, es decir, los brazos pueden ir a un ritmo diferente del que va marcando la cadera.

Si bien la atención se centra en el vientre y la cadera, alternando movimientos lentos y rápidos, también se trabajan movimientos de pecho, hombros y brazos.

SIN ESTEREOTIPOS

La danza árabe es de bajo impacto, por ello lo pueden practicar las mujeres de todas las edades.

“He tenido alumnas de 5 años hasta señoras grandes, mayores, pero sí les tiene que gustar mucho la danza, eso es primordial. Hay un dicho que dice: `si puedes caminar, puedes bailar'”, mencionó.

El tipo de cuerpo de las alumnas tampoco importa, todo se trata de disciplina, constancia, seguridad, autoestima y sobre todo de disfrutarlo.

“¿Cómo tienen que venir a las clases? cómodas, que se puedan estirar y descalzas, yo tengo fajillas de monedas”, indicó.

Fenton señala que durante todos estos años de experiencia ha podido ver y percibir esa sensación en muchas mujeres que recién empiezan a bailar danza árabe, y cómo, poco a poco, a través del movimiento encuentran otra forma de relacionarse consigo mismas.

Mazatlán

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2021-10-23T07:00:00.0000000Z

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