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Sequías han devastado producción del cabrito

Sin embargo, hay confianza de que este año se tendrán ejemplares gordos porque este año sí llovió: Francisco Sandoval

ALEJANDRA MÉNDEZ DEL ÁNGEL

La caprinocultura es una actividad primordial que servía de sustento a miles de familias; los hatos ganaderos eran sello distintivo de la bonanza y la producción de cabrito como fuente principal de ingresos.

El Altiplano Potosino había contado con la caprinocultura como una actividad económica agropecuaria primordial que servía de sustento a miles de familias; los hatos ganaderos eran sello distintivo de la bonanza y la producción de cabrito era fuente principal de ingresos teniendo como destino las principales capitales de los estados más poblados del país, Guadalajara, México, Distrito Federal y sobresaliente en Monterrey.

LA ACTIVIDAD EN MEXICO

El origen de la caprinocultura en México, según Fernando Benítez, data de finales del Siglo XVI, con la fundación del Nuevo Reino de León por Luis de Carvajal y de la Cueva, tras la fundación del Valle de la Villa de Santiago de Saltillo en 1537 y la posterior fundación de La Villa de San Luis Rey de Francia (Segundo nombre de Monterrey) en 1582, la agricultura y la ganadería se impulsaron para el autoconsumo, aunque los registros marcan que había ya una población de 600 mil cabras.

ACTIVIDAD PRIMORDIAL

En los siglos posteriores y por las características del terreno y el perfil de crianza de los animales, la caprinocultura se desarrolló hasta llegar a ser uno de los pilares económicos principales de la región norte del país, principalmente del Altiplano Potosino.

LAS ADVERSIDADES

Vinieron épocas de intensas sequías a partir de los años 40´s del siglo XX, y la actividad comenzó a declinar, no había agua, no había alimento, los agostaderos eran yermos y cada vez fue más caro producir y comercializar y los hatos fueron disminuyendo perdiendo interés para los habitantes del campo que prefirieron buscar oportunidades de supervivencia en la ciudad.

EL RESCATE

En recientes años, los gobiernos federaly estatales implementaron el rescate de la actividad a través del “Programa Caprino”. De acuerdo a las declaraciones del ex titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Recursos Hidráulicos en la Zona Altiplano, Francisco Sandoval Rivera, los productores contaron en años anteriores con el Programa Caprino, donde recibían apoyos para la construcción de corrales, la recuperación de agostaderos y el mantenimiento y desazolve de bordos de abrevadero; sin embargo, por el recorte presupuestal del Gobierno, no se le pudo dar seguimiento y sólo estuvo vigente los años 2018, 2019 y 2020.

El programa era apoyado con recursos federales en un 80 por ciento y 20 por ciento por el gobierno estatal. En el momento en que el gobierno federal suspendió a finales del año pasado sus programas y por lógica ya no se llevaron a cabo y actualmente por la misma situación de pandemia y tiempo, pararon los apoyos a los productores caprinos.

LOS PRODUCTORES

En el estado de San Luis Potosí, el Altiplano se distingue por ser el mayor productor de cabrito, en los municipios de Cedral, Catorce, Vanegas, Matehuala, Villa de Guadalupe, Charcas y Venado.

Los hatos de ganado han disminuido mucho por la adversidad de la pandemia y la sequía de años anteriores y los mayores productores en activo, son gente mayor, porque a la juventud no le interesa esta actividad.

EL MERCADO

El mercado del cabrito depende de la calidad y se clasifican en tres tipos, donde uno es el comercial, otro es el de primera y uno más el supremo.

La mayor parte de la producción del cabrito supremo, que se caracteriza por peso y alimentación, tiene como principal destino la ciudad de Monterrey, en la zona norte. El cabrito comercial, la mayoría va a México, Guadalajara, y alguna parte del de primera va hacia el sur y parte de Nuevo León, donde se reparte la comercialización un 50 y 50 por ciento.

El cabrito supremo y de primera que va hacia el norte del país, el Occidente y Sur, es para cocinarse como cabrito al pastor, a las brasas y el de primera y comercial que tiene como principal destino el Distrito Federal, es para la preparación de guisos.

El precio del cabrito, comercial oscila entre los 850 y los 900 pesos, el supremo alcanza precio de entre mil 200 y mil 400, elevándose cuando baja la producción.

Actualmente se está comercializando el cabrito congelado porque no hay producto fresco para abastecer a los restaurantes en los diferentes puntos de destino, principalmente Monterrey que es el gran consumidor.

Las canales congeladas, pueden durar entre 8 meses y un año sin perder su sabor.

LEY DE LA OFERTA Y LA DEMANDA

El precio varía de acuerdo a las condiciones de producción y en situaciones adversas, el precio de un cabrito es más elevado que una cabra adulta de 30 o 40 kilos.

A principios de diciembre aumenta la producción y baja el precio, en enero hay mayor producción y se baja el precio, no se sabe cuánto, porque es un asunto de oferta y demanda, pero no se puede determinar, sino estimar en base a los registros históricos y el análisis de los factores que influyen en la producción.

Actualmente no hay nada de cabrito, son los tiempos que se escasea y el precio se incrementa mucho ante la demanda, es muy caro el poco que hay y será hasta principios de diciembre cuando se tenga un poco más de producción.

Según Sandoval Rivera, la perspectiva para el cabrito es buena porque hubo suficiente lluvia y los campos de agostadero tienen suficiente forraje, se tendrá cabrito gordo, cabritos buenos.

UNA ACTIVIDAD QUE DECLINA

Al cabrito se le denominó así, porque anteriormente se comercializaban únicamente los machos, pero en la actualidad, muchos productores han optado por la venta pareja de sus hatos, venden cabras, crías machos, animales para recría y cabritos por parejo, la realidad es que la actividad declina y amenaza con terminar.

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2021-10-24T07:00:00.0000000Z

2021-10-24T07:00:00.0000000Z

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