En barranca de San Miguel Canoa hallan otro cadáver

A diferencia del hombre sin vida encontrado el pasado miércoles, esta víctima, al parecer, no presentaba signos de violencia

Atres días de que fue localizado el cadáver de un hombre dentro de una barranca de la junta auxiliar de San Miguel Canoa, ayer nuevamente se halló otro cuerpo.

Vecinos que lo descubrieron a un costado de la Avenida Adolfo López Mateos a la altura de la calle Naranjo, dieron aviso de inmediato a las autoridades policíacas.

Poco después llegaron policías municipales hasta el punto indicado por los pobladores y se confirmó que a una profundidad de unos 30 metros estaba el cuerpo inerte de un hombre.

Por ello se solicitó la presencia de paramédicos del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA) que más adelante informaron que al parecer la víctima no tenía signos vitales.

Los uniformados resguardaron el sitio y dieron parte a la Fiscalía General del Estado para encargarse de las diligencias del levantamiento de cadáver.

Para ello fue necesario el apoyo de personal de Rescate Urbano de Protección Civil y Gestión Integral de Riesgos Municipal, ya que la víctima estaba hasta el fondo, en un área difícil de descender, y se requirió que implementaran su juego de cuerdas y poder descender con una camilla portátil.

Inicialmente, de acuerdo a lo que anotaron los peritos y agentes ministeriales, se sabe que se trata de un varón de alrededor de 45 años de edad, quien quedó en calidad de desconocido; el cuerpo no presentaba huellas de violencia, por lo que se presume que pudo haber caído de manera accidental y por lo agreste del lugar, se fue provocando heridas que finalmente acabaron

El varón sin vida encontrado ayer estaba a unos 30 metros de profundidad

Hace 4 días fue localizado un cuerpo atado de pies y manos

con su vida; aún así el caso es indagado por la Fiscalía de Puebla.

Apenas el miércoles pasado se dio cuenta del hallazgo de otro cadáver cerca de ese sitio, pero este si presentaba huellas de violencia, además de que tenía los pies y manos atados. Por ello presumen que alguien lo asesinó en otro sitio y ahí lo fueron a arrojar para deshacerse del cuerpo.