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Hay que pensar en la muerte

Jéssica Cano Gasperín

El día de hoy quiero platicarles e invitarles a reflexionar sobre una situación bien importante y que nos va a pasar, todos en algún momento vamos a morir y esto no es para alarmarnos, sufrir y dejar de disfrutar sino todo lo contrario es para que disfrutemos la vida a nuestros seres amados y hacer lo que disfrutamos, para lo que servimos, pero también para prepararnos e irnos lo más tranquilos y en paz posible porque no sabemos cuándo, cómo, ni donde, ni de qué manera será, lo único que sabemos es que sucederá, lo queramos o no.

Recientemente he tenido la oportunidad de acompañar a amistades en este doloroso y difícil proceso, que es la pérdida de un ser querido y me confronta a trabajar e invitarlos a prepararnos, es lo único seguro que todos tenemos porque la muerte tampoco respeta edad, sexo, posición social, entre otras cosas, existen muchos mitos, tabús, miedos sobre prepararnos para nuestra propia muerte pero como hemos ido trabajando y reflexionando en otros momentos para saber morir hay que saber vivir, por eso hoy les tengo una propuesta no nueva, no mía, pero sí muy interesante, en la cual creo firmemente.

No dejemos problemas a nuestros seres amados, en especial si somos padres o cabeza de familia, hablemos sobre lo que deseamos al morir, si queremos flores o no, ser cremados o enterrados, pero el rito funerario depende de muchos factores como religión, creencias, situación familiar, etc., y es más para la familia que para el propio difunto, porque es el momento de despedirnos e irnos preparando para su ausencia, que se confrontará con los días, meses, y el tiempo que dure nuestro duelo.

Pero aún más importante que nos corresponde hacer a nosotros, prepararnos, tener nuestros documentos en orden, nuestras deudas claras y en la medida de lo posible saldadas, hacer un testamento en el que digamos cuáles son nuestros deseos y voluntades porque son nuestros, de nadie más y en ocasiones solo dejamos envidias, conflictos y problemas, por eso los invito a asesorarse legalmente, al respecto.

Existen varios tipos de testamentos, los cuales tienen sus diferencias y características propias, es importante conocerlos, saber y decidir cuál queremos hacer. Si tenemos seguros, si es el caso, tener y dejar a la mano las pólizas.

¡Hay quienes me han dicho, pero eso es invocar mi propia muerte y es lo que menos quiero! no es así, es ser responsables de nuestra vida, miedos, conflictos, y ser responsables del amor que les tenemos a nuestros seres queridos que se quedan y que van a tener que vivir y pasar el doloroso proceso de nuestra muerte y ausencia.

Me ha tocado acompañar a familias en su proceso y en ocasiones desde el velorio se están peleando por lo que les va a tocar de herencia porque consideran se lo merecen, por ser los mayores o los menores, por hijos o relaciones fuera del matrimonio o relación estable, hablemos y tratemos la verdad para dejar menos problemas, dolor y sufrimiento. Y pidamos ayuda y asesoría profesional. Todo esto facilita nuestro propio duelo en su momento porque nos va preparando y les facilita el duelo a los que amamos. No dejemos problemas a nuestros seres amados, en especial si somos padres o cabeza de familia, hablemos sobre lo que deseamos al morir, si queremos flores o no, ser cremados o enterrados, pero el rito funerario depende de muchos factores como religión, creencias, situación familiar, etc., y es más para la familia que para el propio difunto, porque es el momento de despedirnos e irnos preparando para su ausencia, que se confrontará con los días que dure nuestro duelo.

Los invito a reflexionar y actuar al respecto. Me despido deseando transformes tú vida y la de los demás y me acompañes la próxima semana, soy Jessica Cano. Me puedes contactar en jcanogasperin@gmail.com para cualquier duda, comentario o aclaración.

Análisis

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2021-05-18T07:00:00.0000000Z

2021-05-18T07:00:00.0000000Z

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