Desolación en Iskenderun; la ciudad quedó devastada
ISKENDERUM. El puerto mediterráneo de Iskenderun, en la provincia turca de Hatay, seguíaa en llamas tres días después del terremoto, que devastó el sureste de Turquía, lo que ha complicado el envío de ayuda.
Esta región, al extremo sureste del país, es la más afectada por el sismo, aunque se encuentra a 150 kilómetros del epicentro, con una nivel de destrucción casi total de edificios e infraestructuras.
Alejandreta, como se llama la ciudad en español, está llena de edificios completamente destruidos, mientras que la mayoría de los demás están inclinados de lado con sólo una parte caída.
Aquí nadie duerme en casa desde el lunes. Todo el mundo está en las calles, en descampados, con fogatas, calentándose porque hay temperaturas cercanas a cero.
Los vecinos de la ciudad, que hasta el lunes tenía un cuarto de millón de habitantes, aguantan como sea, en tiendas, en coches.
Otros se han ido o lo intentan al menos, provocando enormes atascos en las calles y carreteras, que también están en mal estado por el terremoto.
Mientras, los equipos de rescate siguen buscando a supervivientes, de día y de noche, con focos y linternas.
Están quitando escombros, buscando a los últimos supervivientes, todo lo que humanamente se pueda hacer.
Pese a la desolación, Todavía hay esperanzas, afirma Vahid, un hombre de unos 50 años que tenía una tienda en la ciudad que ya no existe.
Vahid colabora desde el primer momento como voluntario, día y noche. Cuenta que el lunes lograron sacar con vida a seis personas, el martes a otras dos, pero ayer sólo recuperaron decenas de cadáveres.
En otro edificio en el centro dicen que ya no escuchan nada.
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2023-02-09T08:00:00.0000000Z
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