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El abogado y el legislador

La semana pasada se llevó a cabo en el Senado de la República el Foro Internacional “El Abogado y el Legislador, de lo Local a lo Global” en el marco del XXVI Congreso Internacional de la Federación Iberoamericana de Abogados, A. C.

Ricardo Monreal Senador por Morena ricardomonreala@yahoo.com.mx Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA

Durante la reunión me fue otorgado un reconocimiento, en forma de estatuilla, así como una medalla, por mi trayectoria profesional como jurista y mi desempeño político en la vida pública del país. Agradecí —y agradezco, una vez más— esta distinción, que sabré honrar y que recibo en nombre de las y los maestros de la UNAM, de cuya planta docente formo parte.

En este importante evento se abordaron temas referentes a Materia electoral, Justicia Constitucional, Mediación y solución alternativa de controversias, Sistema Nacional Anticorrupción y Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

En espacios como este, las y los abogados y legisladores, entre muchos otros actores sociales y perfiles profesionales, confirmamos que tenemos un llamado a crear la norma jurídica, actualizarla y enriquecerla con debate, tolerancia, escucha, discernimiento y, sobre todo, con miras al bien común, sin dejar de lado el estudio y el análisis de la normativa internacional y su evolución, así como de los organismos e instituciones mundiales y regionales encargados de aplicarla.

La ley —en tanto expresión de la voluntad general— requiere también, para su elaboración, de la agudeza, de la ética y del talento legislativos de las y los parlamentarios. Al diseñar normas, las legisladoras y los legisladores tenemos la obligación de escuchar todas las opiniones. No somos una ínsula ni tampoco un grupo al margen de la sociedad y sin sensibilidad social.

De igual manera, no debemos aceptar presiones de ningún poder externo, organismo autónomo o grupo económico que busque desviar, distorsionar o degenerar el contenido de una norma jurídica constitucional o legal.

En la práctica, el derecho tiene que estar al servicio de la comunidad; ser una herramienta que permita la convivencia pacífica y coadyuve a la resolución de controversias, pero nunca utilizarse para dividir, transgredirse o mermar la integración social; tampoco habrá de hacerse de su oficio un estilo personal al margen de la ley. En cambio, debe ser un punto de partida y llegada de la libertad y la justicia.

La materialización más acabada de estas aseveraciones es el Estado de derecho —uno de los pilares de la democracia—, que implica el encuadramiento jurídico del poder, su sumisión a la normativa elaborada por las y los parlamentarios, representantes electos del y por el pueblo, así como la independencia de la rama judicial.

No puede haber Estado de derecho si el poder político no se ejerce por las vías del derecho. Ello supone la limitación de ese poder por las leyes y la nivelación jurídica de las personas. Así lo refiere, desde 1789, el artículo 1 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano: “Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos”.

Todo esto lo sabemos las abogadas y los abogados. De hecho, como se conoce, la palabra abogado proviene del latín advocatus y de la expresión ad auxilium vocante, que significa “el llamado a auxiliar”. La convicción por ayudar a las demás personas es inherente a esta noble profesión, lo cual se empata perfectamente con el quehacer legislativo que, entre otros objetivos, busca elaborar leyes que materialicen los fines del derecho, como el bien común, la justicia y la seguridad jurídica.

Wakanda hace referencia a un país (inexistente) pero que pudiera ser cualquier país de la actualidad. Muestra que posee un recurso sumamente valioso como lo es el vibranium con una gran capacidad de absorber sonidos e impactos. Este mineral metálico es ficticio y se asume en la historia que fue depositado en la Tierra hace 10,000 años por un meteorito. Sin embargo, puede ser referido como cualquier metal, piedra preciosa, tierra rara o energético que existe en la realidad en diferentes países como: cobalto, níquel, tantalio, oro, diamantes, litio, gas natural, petróleo, entre muchos otros materiales. En la película es un metal abundante pero único de Wakanda y donde varios países lo quieren obtener al precio que sea por sus grandes propiedades de fortaleza por lo que es atractivo para la ciencia y el uso militar. Wakanda -en Marvel- se ubica en África, el cual es un continente con grandes matices, lleno de contrastes y que ha sido explotado por varios países desarrollados (algo que es real fuera de la pantalla).

De igual manera se aprecia que hay países que se acercan a Wakanda sólo por sus propios intereses geopolíticos y geoeconómicos. No obstante, la reina Ramonda, monarca de este país ficticio, pone sobre la mesa sus límites dentro del foro de las Naciones Unidas y donde deja claro que su ejército defenderá su territorio por los espías de otros países que buscan el vibranium de manera clandestina.

En paralelo, surge una nueva amenaza para Wakanda: Talokan, un reino submarino inspirado en la cultura mesoamericana. Interesante ver que se rescatan elementos clave de la cultura maya donde se

No puede haber Estado de derecho —uno de los pilares de la democracia— si el poder político no se ejerce por las vías del derecho. Ello supone la limitación de ese poder por las leyes y la nivelación jurídica de las personas

de Black Panther (estrenada en 2018), titulada “Black Panther: Wakanda Forever” (Pantera Negra: Wakanda por siempre, en español) está basada en la película de superhéroes de Marvel Comics llamada “Pantera Negra”. Fue producida por Marvel Studios y distribuida por Walt Disney Studios Motion Pictures.

De igual

recrean algunos escenarios, pero con la magia del cine, lo llevan a un mundo debajo del agua donde se le agregan elementos ficticios que lo hacen único. La convivencia entre diferentes culturas es ya de por sí complejo por lo que la película le apuesta a mostrar como super héroes a Shuri (princesa de Wakanda) y Namor (rey de Talokan) cuyos pueblos entran en conflicto por no crear la alianza que proponía este último.

Como reflexión final, me parece que Wakanda puede ser cualquier país actual con riqueza que atraiga el interés geopolítico y geoecoómico de cualquier otra nación. Talokan puede también tener otro nombre en el mapa real. Los conflictos y las alianzas son constantes en este 2022. Las amenazas y las crisis avanzan, pero lo que sí concluye es este filme después del minuto 161.

Análisis 13

es-mx

2022-12-01T08:00:00.0000000Z

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