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La Nvidia de todos

@daguilargallego

OPINIÓN

Mucho se ha hablado de la Inteligencia Artificial (IA) en los últimos meses: la salida de CHATGPT, su principal competidor Google Bard, y los numerosos llamamientos de científicos, intelectuales e incluso del propio Sam Altman, creador de CHATGPT, que han tratado de advertir sobre los peligros que la IA sin regulación representa para la humanidad. Pero, ¿qué es lo que realmente hace que la IA funcione? Primero, necesita datos, muchos datos para tener un contexto y crear patrones; segundo, un equipo de especialistas de primer nivel que desarrollen algoritmos para que los datos obtenidos puedan ser entendidos y analizados; y tercero, la unidad de procesamiento de gráficos (GPU, por sus siglas en inglés) que permite que todo lo anterior suceda de manera inmediata. Sin la GPU, no hay inteligencia. Precisamente es la empresa Nvidia la que suministra 95 por ciento del mercado del aprendizaje automático, según datos de BC Insights.

La apuesta de Nvidia por la IA comenzó en 2006 y hoy está viendo sus frutos. Las acciones de la compañía con sede en Santa Clara,

California, han crecido casi tres veces desde enero de este año a la fecha, pasando de 143 dólares a 401 dólares por acción, su nivel más alto histórico desde que fue fundada en 1993.

Desde sus inicios y hasta el año 2021, la compañía había encontrado en el segmento gamer su principal mercado, pero en 2022 reportó que 56 por ciento de sus ingresos, 15 mil millones de dólares, provenían del negocio de la IA.

La Inteligencia Artificial generativa está presente, es una realidad y debemos aprender a convivir con ella. Para ello es necesario escuchar a los expertos que advierten sobre los peligros de no regularla. La propia UNESCO, en un documento de 45 páginas, establece el primer esfuerzo por proponer un marco de ética de la IA. En este documento menciona cosas como “Ningún ser humano ni comunidad humana debería sufrir daños o sometimiento, ya sean de carácter físico, económico, social, político, cultural o mental, durante ninguna etapa del ciclo de vida de los sistemas de IA” y “La privacidad, que constituye un derecho esencial para la protección de la dignidad, la autonomía y la capacidad de actuar de los seres humanos, debe ser respetada, protegida y promovida a lo largo del ciclo de vida de los sistemas de IA”.

Estados Unidos y la Unión Europea han propuesto un “código de conducta” voluntario mientras se llegan a aplicar las leyes y normas que se están legislando, principalmente porque la IA podría llegar a invadir nuestro derecho a la privacidad o podría ser utilizada de manera malintencionada. Si no existe un marco regulatorio que nos proteja de nuestra propia creación, sería muy fácil que los seres humanos saliéramos mal parados en esa batalla.

Desde sus inicios y hasta 2021, la compañía tenía en el segmento gamer su principal mercado, pero en 2022 reportó que 56% de sus ingresos, 15 mil millones de dólares, provenían del negocio de la IA

T&b

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2023-06-03T07:00:00.0000000Z

2023-06-03T07:00:00.0000000Z

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