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La historia de su madre le inspira la novela Violeta

Isabel Allende cuenta cómo la vida de su mamá, quien casi vivió un siglo, le ayudó a crear esta narración

BELÉN ELIGIO El Sol de México.

El 8 de enero de 2020, como suele suceder en días como ese, Isabel Allende se sentó frente a la computadora a escribir una nueva novela. En ese momento no conocía a dónde se dirigía la historia, sólo sabía que la fuente de inspiración era

CORTESÍA: VIOGG su madre, Francisca Llona Barros, fallecida poco menos de dos años antes.

"El trabajo de empezar un libro es como lanzarse con una vela a un lugar oscuro, y poco a poco va iluminando los rincones y van saliendo los personajes. La historia se va formando casi sola, he aprendido en estos 40 años de escritura a tener confianza, a no tratar de meter la escritura en una camisa de fuerza", comenta en conferencia de prensa.

Esta obra, titulada Violeta, surge a partir de las cartas que intercambió con su mamá, y sigue la historia de una mujer que, al igual que doña Panchita, llegó al mundo en 1920 durante la gripe española y en el seno de una familia conservadora, y se enfrenta con el paso del tiempo a los cambios sociales, amores y retos que conlleva crecer en un siglo lleno de acontecimientos históricos, culminando con una nueva pandemia iniciada en 2020.

La autora reconoció que en un principio no fue fácil trazar el personaje, dada la cercanía que tenía con ella, pero con el tiempo y la distancia pudo crear a esa persona que recoge la fortaleza, la ironía y el atrevimiento que poseía su madre, pero a la vez tiene una libertad que ella no pudo experimentar.

"Fue una mujer extraordinaria, pero no tuvo una vida extraordinaria. Nunca pudo mantenerse sola, vivió sometida, primero a su padre, después a su marido, y finalmente fui yo la que pagó las cuentas. Nunca tuvo libertad económica", relata. "(Violeta) no se queda en su clase social ni dónde la educaron, en ese sentido se parece a mi madre, pero a diferencia de ella puede ser independiente, no hay feminismo sin independencia".

Esta última parte era muy importante para ella, pues desde la publicación de su primera novela, La casa de los espíritus, hace 40 años, la mujer y sus luchas han sido elementos recurrentes en su trabajo.

La escritora, quien ha lanzado casi 30 novelas en toda su carrera, aseguró que gracias a su labor en la Fundación Isabel Allende (dedicada a apoyar a jóvenes latinoamericanas) ha estado en contacto con los problemas que aquejan al sexo femenino, lo que le ha permitido evolucionar su forma de representarlo en la literatura.

"Siempre he sido feminista y he seguido muy de cerca las etapas del feminismo, y estoy encantada con lo que pasa ahora. Hay una ola de mujeres jóvenes que están haciendo cosas extraordinarias", responde a

"En Chile se está planteando no solamente la paridad de género, sino cambiar la educación para que los niños desde chicos tengan una educación no machista, y con respeto a todos los géneros y la diversidad. Eso es extraordinario y es nuevo, y se va incorporando a lo que escribo", agregó.

Aunque admitió que todavía queda un largo camino para lograr una verdadera paridad de género.

"Por lo menos en esta parte del mundo donde estamos conversando, las cosas están cambiando para las niñas. Hay mucha literatura que las empodera, antes los héroes eran masculinos, y las princesas eran unas estúpidas que se quedaban dormidas y tenía que llegar un príncipe a rescatarlas, o unas tontas que unos enanos tenían que salvarlas, ahora ya hay heroínas, estamos alcanzando bastante", finalizó.

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2022-01-25T08:00:00.0000000Z

2022-01-25T08:00:00.0000000Z

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