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Benito Ortega Hernández

En el registro de aspirantes de unidad a la dirigencia estatal del PRI, según comentarios de algunos de los militantes, quedó de manifiesto que el partido no entiende que para restaurar el “tejido priista”, se necesita privilegiar a las bases por sobre los cacicazgos.

Nuevamente influyeron más los añejos cotos de poder que la intención por reconquistar al priismo que fue base de la hegemonía tricolor en la comarca lagunera, al habilitar en la Secretaría General a una representante de los clanes que han medrado política y económicamente con los laguneros, en lugar de optarse por la frescura de liderazgos que pudieran reivindicar errores e iniciar la verdadera reconstrucción partidista.

Bajo el pretexto de equilibrar el próximo CDE entre los grupos que aún controlan y mandan en el PRI, se aplicó la “concertacesión” para definir la ocupación de la cartera encargada de la operación política que tiene en la jerarquía directiva el segundo lugar en importancia, con el objetivo supuesto de que se encargará de atraer a la descarriada militancia de la laguna sobre todo en Gómez Palacio.

La tarea de la ex alcadesa gomezpalatina con derrotas en sus dos últimas participaciones electorales, es la de restituir el voto duro del priismo lagunero, propósito que según los politólogos, le resultará complicado por ser una enviada del anquilosado partido que se dedicó a concesionar espacios políticos y se olvidó de las bases y de los ciudadanos que aún demandan ayuda.

Alejandro Moreno, “Alito”, tendrá que otorgar todo su apoyo a su leal amigo Arturo Yáñez, para que una vez que asuma la Presidencia, saque adelante los dos objetivos inmediatos en puerta: Negociar la nueva edición de la alianza con el PAN, y la sucesión de la gubernatura en el 202 con la definición de la candidatura priista, que conforme a todas las encuestas, hasta ahora el mejor posicionado es Esteban Villegas.

Sin embargo, el escenario para el PRI en Durango es de incertidumbre, porque los convenios cupulares con el PAN es que en los estados donde gobierne el blanquiazul, el candidato o candidata de la alianza será de ese partido. Y lo mismo sucederá en donde los tricolores gobiernen.

Ello significa que en Durango la coalición entre panistas y priistas llevará a un militante de AN en la candidatura. A Esteban Villegas como mejor carta del tricolor, le quedaría la opción de contender por la Presidencia Municipal. Lo mismo sucedería en Lerdo con la posibilidad de reelección. Mientras que en Gómez Palacio resultará complicado ante el avasallamiento de Morena. No se vislumbra cómo el PRI pueda recuperar terreno.

Bajo el pretexto de equilibrar el próximo CDE entre los grupos que aún controlan y mandan en el PRI, se aplicó la “concertacesión” para definir la ocupación de la cartera encargada de la operación política que tiene en la directiva el segundo lugar en importancia, con el objetivo supuesto de que se encargará de atraer a la descarriada militancia de la laguna sobre todo en Gómez Palacio.

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2021-07-28T07:00:00.0000000Z

2021-07-28T07:00:00.0000000Z

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