TERMINÓ LA ÉPOCA DORADA
UN TOTAL DE SIETE MEDALLAS EN LA DISCIPLINA EN LOS ÚLTIMOS CINCO JUEGOS OLÍMPICOS
POR JOSÉ ÁNGEL RUEDA
Pocas cosas pueden representar el final de un ciclo de forma tan devastadora como el deporte. Después de cinco ciclos olímpicos donde el Taekwondo pobló los registros del medallero mexicano con siete preseas: dos de oro, dos de plata y tres de bronce, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 quedarán como el ocaso de una época gloriosa para una disciplina que había acostumbrado al país a alimentar las expectativas. Las eliminaciones en octavos de final de Briseida Acosta y Carlos Sansores, únicos representantes aztecas en tierras japonesas, alimenta la nostalgia.
La historia del Taekwondo en México se remonta a finales de la década de los sesentas. El “karate coreano”, como se le conocía en nuestro país ante lo extraño del término, pronto pasó de ser un deporte recreacional a un sistema competitivo. Fue tanto su éxito a nivel global, que en los Juegos Olímpicos de Seúl y Barcelona fue presentado como un deporte de exhibición, para finalmente formar parte del programa oficial de competencias en Sídney 2000.
HISTORIAS DE ÉXITO
Fue precisamente en territorio australiano donde comenzó una serie de éxitos capaces de potenciar a México en un terreno tan complejo como lo es el medallero. En aquellos juegos, los del oro de Soraya Jiménez, México consiguió seis medallas, una de ellas fue el bronce de Víctor Estrada, en la categoría de los -80 kg. El tamaulipeco, que había dominado las competencias regionales en la década de los noventas, aprovechó el impulso para adueñarse de un tercer lugar
Olímpicos
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2021-07-28T07:00:00.0000000Z
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