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EL COSTO DE LUCHAR VS EL CÁNCER

El diagnóstico de la enfermedad "tumba" a muchas personas; el apoyo de la familia y amigos es fundamental para salir avantes

KATY CÁRDENAS

En agosto de 2012 comienzo a sentir una bolita. No hay malestar. Ningún síntoma. No hay dolor ni nada. El doctor me hace una revisión y dice 'me parece que tienes una tumoración y es cancerígeno, necesito que veas a un especialista'. Todo esto fue un lunes. Fue un primer impacto. Al siguiente día pido una segunda opinión y me vuelven a decir lo mismo”.

Lo anterior es parte del relato de Carlos Guerrero Belmont, quien forma parte del 60 por ciento de las personas que sobreviven al cáncer, según estadísticas de especialistas en salud pública.

En Morelos, los tumores malignos en hombres son la quinta causa de muerte (406 defunciones), mientras que en mujeres es la tercera (425 defunciones), de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

UNA NOTICIA IMPACTANTE

Guerrero Belmont, licenciado en Administración de Empresas, cuenta que sobrevivir al cáncer no fue una tarea fácil.

Cuando recibió la noticia su vida se detuvo, se pausó. Y es que desde el lunes en que fue atendido por un especialista particular transcurrieron alrededor de 96 horas para ingresarlo a quirófano con el objetivo de retirar el tumor maligno alojado en uno de sus testículos.

El tumor fue detectado a sus 35 años de edad sin un antecedente familiar de este padecimiento. El temor de que éste explotara o que se extendiera a otras partes del cuerpo resultó angustiante, lo cual no ocurrió al encapsularse.

“Yo lo asemejo con el mar porque empezaba a recibir golpes de olas. No me paraba cuando ya venía otra y otra y otra. Me dieron una revolcada. Lo primero que piensas es que te vas a morir. Ya me estaba velando yo solito”, narra.

El primer gasto que Carlos hizo fue el de la cirugía, unos 30 mil pesos, luego vino el tratamiento con quimioterapias, pues el tumor ya se había alojado en los ganglios linfáticos. Entonces decidió solicitar el servicio del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ante lo costoso en una clínica particular.

LOS AMIGOS Y LA FAMILIA

El viernes 24 de agosto a las 14:00 horas fue intervenido en quirófano. Recuerda que le aplicaron anestesia epidural, dándose cuenta de cada momento de la cirugía; luego optó por dormir para bajar el estrés aun cuando se trataba de un proceso para el que se había preparado.

La familia y amigos formaron una red de apoyo que le permitió salir adelante. Su esposa, con un embarazo de cinco meses y a cargo de un menor de un año y medio de edad, tuvo que acoplarse a los tiempos de tratamiento y a llevar ella sola lo cotidiano del hogar. Los amigos hicieron una “vaquita” para apoyar con los gastos. El cuidado y las idas a consultas se fueron turnando entre padres, esposa y amigos que pusieron lo mejor de sí.

GASTOS MILLONARIOS

Por un estudio aplicado a 180 pacientes se sabe que la mayoría llegaban en una etapa 3 que requiere tratamientos de radioterapia y quimioterapia. A ellos los gastos les significan millones de pesos. Aunque la cirugía varía con cada especialista llegando a los 200 mil y hasta 900 mil pesos.

“En medicamentos hay costos de entre siete mil pesos que con las mezclas hacen gastos de 10 mil o 12 mil pesos; otros 30, 40 y 50 mil pesos que sumados mensualmente alcanzan cifras de 70, 80 mil pesos o más", detalla Román Acevedo Barba, cirujano oncólogo.

Y agrega: "¿Qué hace que (los pacientes con cáncer) puedan subsanar los gastos? Primero el seguro de gastos médicos, y después las remesas que les mandan de Estados Unidos. La gente que es humilde tiene hijos que viven allá y les mandan dinero para poder soportar los gastos para su mamá, papá, hermana”, lo cual incluye pasajes para ir y venir del hospital, comidas, permisos de trabajo, pruebas de laboratorios, entre otros.

"EL CUARTO DE TORTURA"

Pero luchar contra el cáncer no solo implica un casto económico, sino también un desgaste mental y físoco, pues Carlos Guerrero narra que fue sometido a 21 quimioterapias en un lapso de seis meses: “Un ciclo eran siete sesiones, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes de 9 de la

“Cuando le dices a una persona que tiene cáncer seguramente ese fin de semana se la pasará pensando en ello, quizá solo, o con su familia estará en silencio” ROMÁN ACEVEDO BARBA, CIRUJANO ONCÓLOGO

Una vez que el cáncer cedió los médicos le detectaron bronconeumonía, por lo que Carlos tuvo que permanecer hospitalizado con oxígeno. Además, la gastritis se hizo presente y tuvo que requerir inyecciones de omeprazol para sentir alivio.

HUELLAS DE UNA BATALLA

El tratamiento de Carlos concluyó antes de lo previsto, pues en estudios clínicos comprobaron que el cáncer había cesado. Un 10 de enero como “regalo de cumpleaños” la doctora le dijo que había vencido la enfermedad, pero seguiría en vigilancia constante. Al año siguiente nació su segundo hijo, lo cual fortaleció su condición.

“Antes no era tan fácil decir que tenía cáncer, de ello aprendí a vivir, a valorar a mi esposa. Hoy veo que fue una etapa de aprendizaje y no la peor de mi vida. Han pasado 10 años desde entonces; tres años después nació mi tercer hijo aun cuando me habían dicho que ya no iba a poder tener más bebés”. En la garganta y en la piel quedaron las marcas del proceso.

En el cáncer, al ser una célula que se está reproduciendo más que otras, los tratamientos actuarán contra esas que exageradamente se reproducen, pero no las matará a todas: “A la persona que está en tratamiento con quimioterapia se le reseca la piel, tiene menos sudoración; el pelo es una secreción, una sustancia, se detiene y cae pero vuelve a salir. Una vez que termina al pelo no lo detiene nada, y la persona vuelve a sudar, su médula ósea vuelve a trabajar normal”, explica el cirujano oncólogo.

MEDICINA ALTERNATIVA Y LA FE QUE LOS MANTIENE DE PIE

Los tratamientos como “uña de gato, víbora de cascabel, agua de Querétaro, hierba del Perú" y otros que han pasado de boca en boca como alternativa de cura son los que pueden mantener en pie a un enfermo de cáncer, y no porque realmente lo cure, sino porque “tienen fe” en que vivirán. Conjuntadas con el diálogo del especialista, son armas para luchar, opina el especialista Acevedo Barba.

“A veces los oncólogos somos crueles para hablar de la muerte, de repente decimos 'vas a morir,' y con eso estamos matando a la persona. Cuando dices 'tienes cáncer' seguramente la persona se la pasará pensando en ello, quizá solo o con su familia estará en silencio".

A su consultorio han llegado personas bajas de peso, pálidas, tristes, a quienes su médico les diagnosticó cáncer, pero a la hora de mayores estudios lo descartan; entonces el paciente sale de ahí con otro color, una sonrisa en el rostro.

Morelos

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2023-01-30T08:00:00.0000000Z

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