El hurto de rejillas, otro problema de inseguridad

En Cuernavaca se reportan 15 saqueos de alcantarillas valuados en 600 mil pesos

Las inundaciones causadas por las lluvias son un problema que afectan constantemente a los peatones y automovilistas; sin embargo, el asunto se complica cuando incluso hasta las rejillas pluviales son robadas. El hecho no es nuevo, sino que se ha presentado con anterioridad.

Tan sólo en la capital morelense hay más de mil 100 rejillas o coladeras.

Gerardo Abarca Peña, director general de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Cuernavaca, dijo que semanalmente se reportan entre tres y cuatro incidentes de esta naturaleza. No obstante, aclaró que en muchos de los casos los hurtos no son completados o solo se llevan una parte de la tapa de la alcantarilla.

Hasta el momento hay un conteo de 15 rejillas robadas y la recuperación de estas puede costarle a las arcas municipales aproximadamente 40 mil pesos cada una. Es decir que multiplicada esa cifra por 15 hurtos se necesitarían alrededor de 600 mil pesos para reponer el material, además de que cada una de las rejillas es de diferente tamaño.

Las zonas más afectadas en cuanto al robo de alcantarillas son: avenida Emiliano Zapata, Vicente Guerrero y Gualupita, de acuerdo con Abarca Peña, quien indicó que el problema se traduce en afectaciones directas para los transeúntes.

Y es que a la dirección de Servicios Públicos de Cuernavaca diariamente llegan quejas porque tras el robo de las rejillas quedan baches u hoyos que generan percances automovilísticos.

En promedio cada rejilla tiene una extensión de seis metros de largo y un peso aproximado de 300 kilogramos.

El hurto de estos pesados materiales se realiza en partes o inclusive los delincuentes primero se llevan las piezas más pequeñas, cuyo pesaje ronda en los 50 kilogramos y que se vende en 250 pesos, según estimaciones de las autoridades.