De (no) hacer

Los argumentos en torno a presentar los elementos atractivos del sistema presidencial, pueden ser aprovechados mediante un diseño institucional cuidadoso.

familia de las investigaciones argumentando son una mera persecución política, aunque es un hecho que el río suena y suena fuerte.

En el caso del otro candidato a la gubernatura de Nuevo León, Adrián de la Garza representante de la coalición PRI-PRD, la FGR abrió carpeta de investigación por una presunta compra y coacción del voto, el candidato entregó a la ciudadanía una especie de monedero electrónico denominado tarjeta regia o rosa, en dichas tarjetas se recibirá un depósito directo en caso de que Adrián sea el favorecido por el electorado, al igual que su homólogo naranja, de la Garza califica todo como persecución política motivada por su posición en las encuestas, lo cierto es que a pesar de la defensa anticipada del hecho y pronunciada por Ciro Murayama, una tarjeta ofrecida bajo esas condiciones representa literalmente un vale a cambio de un sufragio, las autoridades han informado que la carpeta de investigación junto a las pruebas recabadas serán judicializadas, de ser así un juez podría vincularlo a proceso sin derecho a llevar su caso en libertad al tratarse de un delito grave meritorio de prisión preventiva, el asunto se calienta y el candidato ha denunciado al Presidente ante la OEA por presuntamente atentar contra las libertades y la democracia en México, cabe agregar que a su vez, de la Garza ha sido denunciado también ante la Organización de los Estados Americanos por Felipe Enríquez Hernández, priista y hombre cercano a la candidata Clara Luz Flores, Enríquez argumenta tener las pruebas del robo de la elección a la alcaldía de Monterrey en 2018 por parte de Adrián de la Garza, lo cual da una idea de los días por venir, sin duda algo importante está en juego en el estado norteño, tomando en cuenta la enorme cantidad de recursos económicos invertidos ahí para las elecciones 2021, para darnos la idea le diré que representan el 51% del total a nivel nacional, es decir de cada 2 pesos declarados al INE y dirigidos a las campañas de los 15 estados donde se elegirá gobernador, 1 se gastó en Nuevo León.

Falta poco para el día “D” pero sin duda habrá mucho para escribir sobre las campañas al vuelo.

El primer argumento es que la legitimidad dual puede ser regulada si los poderes están claramente definidos y el método de elección limita la fragmentación del sistema de partidos, de esa forma el votante puede ejercer control ciudadano en el gobierno democrático representativo al escoger entre la oferta de partido en mando o bien en la oposición. Esto permite que las minorías partidarias puedan ofertarse como una posibilidad en todo el espectro político para el ciudadano, circunstancia que en el modelo parlamentario Westminster no funciona, logrando que el reclamo de las minorías influyentes pueda romper con el sistema político parlamentario, como ha ocurrido en el Tercer mundo.

Por tanto, una elección presidencial puede ser estructurada como una contienda en la que el votante se identifica con el gobierno o con la oposición, o bien con opciones que posteriormente adquirirán fuerza parlamentaria o incluso llegar al ocupar el mando del poder Ejecutivo.

El politólogo, Juan Linz no distingue entre tipos de sistemas presidenciales y parlamentarios, lo cual genera un vacío importante sobre las múltiples combinaciones entre regímenes y al mismo tiempo la necesidad de completar el análisis a través del estudio del tipo de constitución y sus elementos institucionales específicos. Esto Inclina al autor el abogar por un presidencialismo débil en términos legislativos, que incluyen el procedimiento de veto total o parcial, el poder de decreto para emitir leyes vinculantes y monopolizar la planeación gubernamental en lo económico u otras áreas de política estratégicas, todo ello para contrarrestar los excesos de poder presidencial, aminorando los problemas del presidencialismo y volver más factible modificarlo en lo constitucional e institucional a cambiar hacia un sistema parlamentario, por los costos políticos que conlleva.

Sin embargo dependerá en gran medida de la naturaleza y dinámica del sistema de partidos, dado que en nuestro país el presidente, aunque tiene autoridad constitucionalmente limitada en el congreso, el control e influencia en su partido y, en general en la coalición gobernante, en los legisladores suele generar mayor poder de facto que el conferido.

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