Kiosco OEM

Comentario al Evangelio: Por la fe le conocemos

P. SILVESTRE MÉNDEZ MORALES

Lo típico en San Marcos, Jesús va de camino, sale de Jericó. Para el evangelista es necesario que todo discípulo y todo aquel que quiera seguir a Jesús es necesario que viva un claro proceso de fe.

Para Marcos estar ciego significa ser incapaz de seguir a Jesús. El ciego Bartimeo se encuentra fuera del camino, no puede circular por el camino y por tanto tampoco puede seguir a Jesús. Cuando le informan de todo el alboroto que él escucha se debe a que quién va por el camino es Jesús Nazareno, Bartimeo comienza a gritar, a suplicar: "¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!".

Ante el informe que recibe Bartimeo que es Jesús Nazareno, parece saber de antemano quién es Jesús. Sabe de las promesas de Dios pues lo llama "Hijo de David", identifica a Jesús como aquel en quien se cumplen las promesas davídicas. Es un hombre instruido en la fe, pero es ciego, está fuera del camino, no circula. El estar ciego no le impide a Bartimeo acudir a Jesús. Le suplica: "Ten compasión de mí". La multitud lo quiere callar, pues sus gritos les incomodan. La multitud va por el camino, sigue a Jesús, Bartimeo no, está al margen.

Bartimeo manifiesta que es ciego, pero no ignorante. Grita y expresa su fe, sabe quién es Jesús y a él se dirige a sabiendas que tiene bien identificado a Jesús, sabe que es aquel en quien se cumplen las promesas de Dios de la antigüedad. Le conoce a Jesús sus raíces, su origen, tanto en lo terrenal como en lo referente a la fe.

A diferencia de los hijos del Zebedeo a quienes Jesús les pregunta: "¿Qué quieren que haga por ustedes?", ellos piden posiciones junto a él, pero posiciones de poder (10,36-37). En cambio, Bartimeo sólo le pide a Jesús poder ver para seguirlo. Es indudable que Jesús encontró en Bartimeo una fe auténtica pues le pregunta "¿Qué quieres que haga por ti?", como diciendo Jesús "Aquí estoy a tus órdenes, ¿dime en qué te puedo servir?".

A la pregunta de Jesús no pidió poder ni riquezas, sino la solución a su necesidad radical de la ceguera. El Señor lo sana y Bartimeo escucha: "Vete, tu fe te ha salvado". Lo conocía por la fe, ahora lo ve. (CEDIC)

Círculos

es-mx

2021-10-24T07:00:00.0000000Z

2021-10-24T07:00:00.0000000Z

https://oem.pressreader.com/article/282724820135826

Organizacion Editorial Mexicana