Una “tormenta perfecta” sobre México

Porque no sólo la inflación se resiste a disminuir y muestra un estancamiento en niveles elevados, sino porque la pandemia se recrudece en su tercera ola en el país.

Debido a la crisis económica causada por la pandemia, los bancos centrales de los principales países mantienen políticas monetarias acomodaticias, que son el tipo de políticas expansivas que aplican los bancos centrales para evitar los efectos no deseados de la política fiscal, como es el efecto expulsión, que se aplica cuando el Estado en un sector de una economía mixta afecta sustancialmente al resto del mercado.

Los ejemplos más comunes son la disminución de la inversión privada como consecuencia de un aumento de los impuestos, el aumento de los tipos de interés como consecuencia del endeudamiento público (un incremento de 19% en este gobierno) y la consiguiente inviabilidad de proyectos que requieren financiación, o la provisión estatal de un bien o servicio que, de otra manera, sería una oportunidad de negocio para la industria privada (ejemplo: la eléctrica), y así seguirán, por lo menos hasta que la inflación alcance sus metas.

Sin embargo, algunos de esos bancos centrales incluido el Banco de México podrían subir sus tasas de interés de referencia antes de lo anticipado debido a que la inflación global continúa aumentando.

La tasa de interés en México está en 4.25 por ciento, pero se cree que aumentará a 4.5% en la próxima reunión de Banxico en agosto.

Aumentar la tasa de interés puede contribuir a reducir las presiones inflacionarias, pero también a frenar la reactivación de la economía, en medio de una crisis que aún no termina.

Esta vez en lugar de la canasta básica, mencionaré la inflación en otro tipo de productos que afecta a un buen número de consumidores.

En los automóviles, hasta los Versa se pusieron caros, ¿qué está pasando?

La escasez de chips, que los coches ahora usan hasta en la “llave”, detuvo el flujo de producción de las armadoras, y poner sólo una planta proveedora cuesta alrededor de 10 mil mdd. En esto deberíamos estar invirtiendo, en vez de los elefantes blancos del régimen.

Los automóviles nuevos están todavía por arriba de la cifra de inflación general, en promedio aumentaron poco más de 12% si consideran el incremento desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020.

Entre todas las cosas atípicas que ahora ocurren, los coches usados están subiendo de precio, mucho.

Al “rebrote” de inflación en el país se suma el agravamiento de la pandemia registrado desde el mes pasado, con el incremento de los casos diarios de Covid-19, similar a los máximos observados durante la segunda ola en enero.

Por si algo faltara, persisten los retrasos en la aplicación de las vacunas, pues aun cuando se llegó a alcanzar un récord en la vacunación al ser aplicadas cerca de 1.4 millones de dosis en una jornada (antes de las elecciones) y al día de hoy la cifra se redujo a la mitad, a pesar de haber más de 19 millones sin suministrar.