Kiosco OEM

Guillermo Luján Peña

Guillermo Luján Peña

La tragedia del pasado lunes 3 de mayo en la línea 12 del Metro de la Ciudad de México perturbó al presidente al desplomarse su proyecto de nación, porque no hay a quién echarle la culpa, todos los gobiernos pasados eran de sus principales delfines, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrad y Mario Delgado, así que la tragedia sólo se le puede atribuir a los de Morena.

Molesto por la pregunta de por qué no ha ido a visitar a los heridos al hospital, estalló en rabia y dijo: “Esto no es de irse a tomar fotos, ¡al carajo!... con el estilo".

Qué desagradable y desafortunada respuesta, ver a los heridos y sus familiares es para darles ánimo y confianza de que van a salir bien, no es para salir en la foto, como lo hizo con el hijo del Chapo Guzmán o con su mamá en la sierra de Sinaloa.

Cualquier ingeniero que sepa poquito de construcción de vías férreas sabe que el terrible accidente se puede deber a cualquiera de estas tres razones: el proyecto estaba mal hecho (ahora sabemos que ni tan siquiera había un proyecto ejecutivo). Mala calidad de los materiales (bajar la calidad para que les quedara un buen dinero) o tercero, la falta de mantenimiento (que ahora sabemos que por esa farsa austeridad republicana se había rebajado el presupuesto de mantenimiento a tan sólo el 10% de años anteriores). Cualquiera de estas razones apunta como culpables a los de la 4T. Marcelo Ebrad era el jefe de Gobierno de la CDMX que llevó a cabo el proyecto de la Línea 12, que desde un principio se dijo que estaba muy mal hecho al grado que tuvo que huir a París, donde vivió en un hotel de lujo, hasta que pudo regresar con su amigo López. Mario Delgado, senador y presidente de Morena, era en aquel tiempo el secretario de Finanzas de Ebrad y autorizó el presupuesto y su elevación al doble. Claudia Sheinbaum es la actual jefa de la CDMX que no le dio mantenimiento a la Línea 12. Todos miembros de Morena.

Al carajo los pobres trabajadores que son los que usan el Metro de la CDMX, a quienes no quiso visitar el presidente el día del accidente, ni después a los heridos en el hospital.

Ahora el señor López quiere mandar al carajo a los candidatos que le están ganando a sus candidatos de Morena, que no es nada difícil, dado los malos perfiles que presentó en varios estados, y los empezó a acusar de todos los delitos posibles, al grado que uno de ellos, candidato a gobernador de Nuevo León, se fue a la Corte Interamericana de la OEA, con sede en Washington, a poner su queja por violaciones a sus Derechos Humanos en el capítulo político.

A otros candidatos de la oposición les está echando a la unidad de inteligencia financiera para encontrarles lo que sea, con tal de descalificarlos. Jamás habíamos visto a un presidente de la república perder el estilo tan feo, metiéndose a operar las elecciones, convirtiéndose en un delincuente confeso.

Toda esta paranoia hizo que uno de los grandes amigos e ideólogos de López, con quienes anduvieron juntos en el PRI, luego en el PRD y luego fundaron Morena, Porfirio Muñoz Ledo, senador actualmente de Morena, pusiera una denuncia penal contra López Obrador, al igual que la puso por su lado el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano.

“Al diablo las instituciones” ha dicho el presidente, y quiere acabar con todas, excepto con la institución de la presidencia, aunque se está esforzando en mandarla al carajo.

Portada

es-mx

2021-05-18T07:00:00.0000000Z

2021-05-18T07:00:00.0000000Z

https://oem.pressreader.com/article/282050509959155

Organizacion Editorial Mexicana