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urante décadas se lograron avances muy importantes en materia de desarrollo social, transparencia y acceso a la información, manejo responsable de la economía, inversión en infraestructura y ampliación del derecho a la salud, entre muchos otros beneficios. Hoy, en México se destruyen instituciones y órganos constitucionales autónomos que sirvieron para proteger los derechos humanos y para ayudar a la población a salir de la pobreza.

La estrategia para superar la pobreza en México ha sido cambiada por un asistencialismo que “genera dependencia

electoral de la persona destinataria de los apoyos, lo cual atenta contra su dignidad y su libertad y le impide superar eficazmente su situación de marginación. Estamos convencidos de que el éxito de la política social no se mide por el número de beneficiarios de sus programas, sino por la cantidad de personas que dejan de necesitarlos”.

En el programa “El México que queremos sí es posible”, del Partido Acción Nacional, consideramos que “las políticas sociales deben ser evaluadas de forma permanente y con rigor técnico por organismos públicos autónomos del gobierno, a fin de certificar su correcto diseño, implementación